El domingo decidimos, Jaime y yo, ir al cine a ver la película El Monje. Bueno en realidad nuestra primera intención era ir a ver J. Edgar de Leonardo DiCaprio pero como siempre vamos en hora... pues cuando llegamos ya no había asientos y la segunda opción de Jaime era El Monje. Bendita la hora.
Lo primero que tuvimos que hacer fue cambiar de cine porque en el que estábamos no empezaba hasta tres horas más tarde y no era plan, así que nos desplazamos. Después de pagar 16 euros por las entradas y otros 6 euros de palomitas y refresco, por fin, nos sentamos a verla.
Vaya sopor... Esa es la auténtica palabra que podría definir lo que me causó la película. El argumento no está mal y es interesante pensar sobre ello pero la manera en la que está filmada... Le película es francesa así que lleva el ritmo típico de estas películas. Hubo un par de momentos en los que estuve a punto de sucumbir al sueño, aunque he de reconocer que no fue sólo por la película sino porque había madrugado para ir a Burgos.
Con lo que me quedo de la trama es que por muy buena persona que seas o por muy claros que tengas tus principios y tus opiniones nunca se debe decir nunca, de hecho basta que jures y perjures que cierta cosa no la harás en toda tu existencia para que luego la vida te ponga en tu sitio y al final caigas en eso que tanto has reprochado y criticado. Os dejo la sinopsis aunque por supuesto, sobra decir, que no recomiendo para nada que la veáis y si os pica la curiosidad... ¡ No vayáis a verla al cine !
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