Que raro es el sueño, ¿ no ? Llegas a casa agotada de todo
el fin de semana porque no has parado ni un segundo en casa, todo el rato de
aquí para allá, y por alguna extraña razón no puedes dormir. Te desvelas en
mitad de la noche y no puedes hacer otra cosa que girar de un lado para otro
mientras las sábanas se te enredan en las piernas. Te destapas y te vuelves a
tapar. Juegas con el móvil, bebes agua, te levantas, te vuelves a tumbar… Pero
el sueño no vuelve a ti. Sólo ves como las manecillas del reloj avanzan sin
piedad, robándote esas horas de preciado sueño que tanto necesitas. Cada vez te
agobias más pensando que el despertar del día siguiente, si es que consigues
dormir en algún momento, va a ser muy curioso.
Y lo peor de todo es que mientras el insomnio está en ti
cada vez con más fuerza empiezas a pensar y a esas horas no se puede pensar en
nada ni bueno ni saludable. Sólo piensas en lo que más angustia te produce y
claro así cualquiera seduce a Morfeo. No hay manera. Pero cada vez piensas más
y te obsesionas una y otra vez, sin darte una tregua cuando es lo único que
necesitas y que te mereces, porque ni tú mismo entiendes porque piensas y
sientes eso. Sabes que las piezas no encajan, que algo falla, y aún así sigues
ahí inmerso en ese cúmulo de ideas que no quieres tener pero que no puedes
evitarlo.
Una de las consecuencias es que cuando por fin, a eso de las
06.00 a.m., te quedas dormida sueñas con los pensamientos que has tenido en
esas horas de falta de sueño. Así que te levantas agotada y KO psíquicamente. Nos
encanta complicarnos la vida cuando en realidad la vida es muy sencilla y nada
complicada, pero somos nosotros mismos los que nos buscamos y nos metemos en
problemas porque sino nos aburrimos. No tenemos remedio. El ser humano es el
único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, pero empiezo a pensar
que lo hacemos aposta, que lo buscamos porque sino creemos que la vida no tiene
ritmo y que nos vamos a sentir estancados.
Así que hoy se me plantea un día cansado, que además tiene
pinta de acabar muy tarde y con mucha tensión laboral. Esperemos que pasé
rápido y sin mucho contratiempo porque no sé como afrontarlo en caso de que me
llegue.
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