La vida está dividida en etapas. Algunas de esas divisiones
las hacemos nosotros mismos y otras las hacen los demás en nuestra vida. Cualquier
división o final de algo es difícil porque es enfrentarte a un cambio, mejor o
peor, pero cambio al fin y al cabo. Dejamos atrás la seguridad y la
tranquilidad de dominar el entorno donde estábamos, pero también es excitante
la idea de enfrentarse a retos nuevos y no saber que te depara el futuro.
Hace mucho tiempo pensaba que es mejor saber lo que te va a
pasar porque así te mentalizas, pero pensándolo mejor… creo que es mejor vivir
en la ignorancia. Me parece que es la única manera de disfrutar, de verdad, de
los momentos que te da la vida tanto en lo profesional como en lo personal,
porque si sabes lo que va a pasar… Imagínate que conoces a alguien, empiezas a
salir con él y estás feliz, pero sabes que esa relación va a acabar entonces ya
no la vives igual porque intentarías no implicarte demasiado y pasar por la
relación un poco de puntillas para no sufrir demasiado cuando realmente acabe. Y
lo mismo en cuanto a un trabajo o a la familia. Qué duro saber lo que va a
pasar, ¿ no ? A mí me lo parece. Tiene su parte positiva porque te vas
preparando, pero como mucho con 15 días de antelación, como los días de
preaviso al dejar un trabajo.
Nada es seguro y los mejores aprendizajes son los que
sacamos de las situaciones difíciles porque son las que nos ponen al límite y
las que hacen que saquemos lo mejor de nosotros y que veamos soluciones donde antes
sólo se veían problemas. Para todo esto es importante ser positivo e intentar
no dejarse llevar por lo malo que nos rodea porque sino… estás perdido… Lo
bueno de este tijeretazo es que tendré más tiempo para escribir por aquí J. Siempre positivo,
Nunca negativo.
Y por último quiero poner una frase que he leído esta mañana
en una red social “ SI NO HAS ESTADO A MI LADO EN MIS FRACASOS, NO ESPERES
ESTAR A MI LADO EN MIS TRIUNFOS “.
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