lunes, 9 de junio de 2014

Cursillos Prematrimoniales

Pues sí. ME CASO. Lo "decidimos" en Septiembre del año pasado y ahora estamos a 3 meses y pocos días. Y es que la frase de " El tiempo pasa volando" es totalmente cierto.

Preparar una boda significa estar pendiente de mil detalles. Y cuando digo mil, es mil (número arriba, número abajo). A parte de las cosas obvias, y las más grandes, como... Vestido de la novia, Chaqué del novio, Zapatos de ambos, Velo, Iglesia, Lugar del Banquete... Luego están los detalles más o menos pequeños como... Regalo para los invitados, Alpargatas para las mujeres que, llegado un punto de la celebración, se quieran poner los zapatos de pamela, Detalles varios que le den colorido y gracia a la cosa, Mantelería, Música...


Y uno de los requisitos indispensables es pasar por un cursillo prematrimonial. El nuestro ha sido este fin de semana (sábado completo, es decir, de 10.00 a 19.00 y el domingo por la mañana, es decir, 10.00-14.00). No quiero mentir a nadie pero íbamos como si fuéramos al matadero. Creíamos que iba a ser un rollo increíble del que no nos podíamos escapar y que había que pasarlo lo más rápido que pudiéramos. Pero la realidad ha superado nuestras expectativas.

Las charlas las daban curas, sólo hubo dos y uno de ellos se limitó a decir como se debe desarrollar la ceremonia y sus consejos, y el otro ya dio más charla sobre el matrimonio. Las demás charlas las daban personas que llevan casados muchos años y te contaban sus experiencias y consejos. Después o antes de cada charla nos dividían en grupos, siempre los mismos y separando a las parejas, y hablábamos sobre lo que ya habíamos oído o sobre lo que íbamos a escuchar.

Así contado puede que no parezca muy apetecible, pero ha sido genial. Una experiencia maravillosa que considero que debe ser pasada por cada pareja que se vaya a casar por la Iglesia, siempre y cuando los que se casen sea porque de verdad se quieren casar por la Iglesia y no por contentar a los padres o porque queda bien porque entonces el cursillo no les va a valer para nada.

La gente súper agradable, los monitores encantadores, que deciden dar su tiempo libre de manera totalmente altruista, y los dos sacerdotes muy abiertos al mundo de hoy lo que facilitó las preguntas, las respuestas, y que nos entendiéramos todos a la perfección. 



El domingo acabamos con una mesa redonda en la que, todos los que hablaron dijeron lo mismo, que el curso había superado las expectativas y que nos íbamos encantados y con una muy buena sensación. El punto y final fue la Misa y la entrega de nuestros Certificados.

Conclusión: muy buen ambiente, buenísima sensación, nos ha ayudado bastante y... ha puesto un poquito nervioso al novio porque ve que la BODA ya está aquí :). Y para terminar sólo me queda dar las GRACIAS, aunque ellos nunca lo vayan a leer.

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