jueves, 28 de enero de 2021

Letyshop

Hoy vengo a hablaros de una aplicación que conocí hace tiempo a través de varias youtubers que hablaban de ella pero que aún no me había decidido a probar, hasta estas Navidades.

 


Se llama Letyshops. Es una aplicación que colabora con miles de tiendas para comprar online. Es muy sencillo de usar. Buscas la tienda en la que quieres comprar, la seleccionas y te redirige a la web de la tienda, con lo que la compra se hace directamente con la tienda pero con el beneficio de que cada compra lleva asociada un cashback.

 

¿ Qué significa esto ? Que de cada compra que hagas te van a devolver un %, diferente en función de lo que tengan establecido entre la aplicación y la tienda. Es muy cómodo, llega todo perfectamente y el cashback se hace unos días después. Ese saldo se te va acumulando en tu perfil y cuando quieras puedes, o bien que te lo ingresen en tu cuenta o bien aplicarlo para la próxima compra y se descuenta.

 

Es muy útil y tienen un buen servicio de atención al cliente porque con mis dos primeras comprar el cashback no se registró correctamente y me puse en contacto con ellos. Me pidieron una captura de pantalla del pedido que había hecho con las tiendas y en un par de días me lo habían solucionado y aparecía el saldo ya en mi perfil.

 

Los envíos llegaron bien y sin problema, ya que esto lo gestiona la tienda en cuestión, e incluso he tenido que devolver uno de los artículos que compré y también lo he podido gestionar sin problema, ya que al fin y al cabo la compra la haces directamente con la tienda/marca.

 

Por todo esto la recomiendo porque vas recuperando una parte de tu dinero gastado y hoy en día que cada vez compramos más cosas por internet me parece realmente útil. Espero que os haya servido y que la probéis. 


miércoles, 27 de enero de 2021

Trabajar para vivir o Vivir para trabajar

Yo soy claramente de la primera parte del título. Yo trabajo para vivir, pero que importante es el trabajo, ¿ verdad ? Ahí pasamos gran parte de nuestra vida y acaba siendo nuestra segunda casa, y es por eso que es tan importante.




El sueldo que cobramos es lo que nos permite pagar las facturas, la hipoteca, el alquiler… más o menos holgadamente, pero lo permite. 

Los compañeros de trabajo pueden llegar a ser nuestra segunda familia, algunos se convierten en amigos para toda la vida. 

El jefe también es una pieza clave en esta “familia” que formamos, si es un buen jefe (como deberían ser todos) aunque el trabajo no te apasione, aunque el sueldo no sea demasiado bueno… tener un buen jefe te hace “olvidar” ciertas cosas y darlo todo por él. 

Una vez me dijeron que no hay personas que no sepan desarrollar un trabajo sino que cada uno tenemos que encontrar nuestro sitio en función de nuestras habilidades para conseguir el puesto de trabajo que se adapta a nosotros. Pero claro, esto suele ser muy complicado ya que el trabajo es algo que necesitamos y, a veces aceptamos cualquier cosa, porque lo necesitamos y no podemos esperar a que nos llegue el trabajo adecuado. 




El mercado laboral está cambiando constantemente, se va modernizando y se va adaptando a los nuevos tiempos. Pero como en todo y para todo, hay empresas con una gran capacidad de adaptación y con ganas de mejorar y cambiar y otras que prefieren seguir como hasta ahora, o bien por miedo al cambio o por desconocimiento del entorno. 

Esto va ligado al tipo de mentalidad que tengan los que están al frente del barco. En mi opinión, todo aquel que llegue a ciertos puestos de relevancia dentro de una empresa tendrían que reunir unas cualidades sin las cuales no debería poder optar al puesto (y no hablo de idiomas, ni masters, ni número de carreras… esas cosas las puede tener cualquiera), me refiero a cualidades como la empatía, las ganas de que sus trabajadores estén felices, de ser cercano, de preocuparse porque todo funcione bien, de tener capacidad para saber quien vale y quien no vale para gestionar personas… 




Dentro de una empresa, de un departamento, el tener o ser un buen jefe lo es todo. Un buen jefe motiva, anima, escucha, atiende, ayuda, comprende, confía… Que maravilla esos jefes que quieren que crezcas, que promociones, que te “muestran” al resto de la empresa para que puedas tener tu oportunidad. Es una realidad que quien trabaja bajo una dirección empática tiene una mayor proactividad y una mayor eficiencia. 

Ahora con el Covid las empresas que aún no habían probado con el teletrabajo lo han empezado a hacer “a la fuerza”, pero aún quedan de la vieja escuela, dirigidas por personas que no confían en sus trabajadores, que creen que por trabajar desde casa van a vaguear. Por ser de los que les gusta el presencialismo, el estar por estar. De hecho el que más está no suele ser el que mas trabaja, sino el que más tiempo pierde a lo largo del día y por ello necesita más horas para terminar sus tareas. 

Pero, como en todo, siempre habrá de todo, solo esperemos que nos toque la parte buena y acabemos en una buena “familia” donde nos sintamos como en casa.

martes, 26 de enero de 2021

Motivo de Ausencia

Hoy es el día de explicar el motivo de mi ausencia durante todo este tiempo.

En Marzo del 2018 me convertí en madre de mi primera hija. Y desde entonces el tiempo ha volando. 



Me casé con mi novio de toda la vida, el único que he tenido. Le conocí con 18 años y nos casamos cuando yo tenía 28 años. De locos lo sé, jajajaja… El caso es que siempre hemos sabido que queríamos tener hijos, mínimo 2 máximo 3. Esperamos unos años desde la boda porque queríamos disfrutar de la vida de casados y sentíamos que aún no era el momento. 

Cuando nos enteramos del embarazo fuimos las personas más felices del mundo porque era muy deseado. Nos pusimos 6 meses antes, ese es el tiempo que nos “costó”. El embarazo fue todo bien con la excepción de que yo no me encontraba bien, jajajaja… Pero todo evolucionaba favorablemente y nuestra pequeña decidió nacer en la semana 37+3, cosa que le agradecí inmensamente. 



El hecho de estar embarazada me gustaba por lo que significaba y por sentir a mi bebé cuando se movía. Pero más allá de eso fue una experiencia que no me gustó. No me sentía yo misma, y no por el hecho de coger peso y tener tripa, sino porque yo no me encontraba bien del todo. Estaba todo el día con una sensación de asco de estómago que no me abandonó ni un segundo.   

De repente un domingo a las 06.45 h rompí aguas y a las 15.45 h ya teníamos a nuestra pequeña. El parto fue fantástico, duró 8 horas de las cuales estuve con dolor únicamente 2 y con dolor intenso no llegó a 45 minutos. Eso para una primeriza es toda una suerte. Y momento en el que salió y me la pusieron encima fue lo más maravilloso que había sentido hasta ese momento. De hecho la matrona que me estaba atendiendo me dijo, "¿ quieres ayudar a sacarla ?" En un primer momento le dije que no porque me daba cosa... pero me dijo que no fuera tonta que era algo genial, así que la hice caso y entre la matrona y yo terminamos de ayudarla a salir y me la pusimos encima de mi pecho. Es increíble y mágico. 

Y después de eso… nos ha tocado ir aprendiendo cada día porque como dicen “el camino se hace caminando” y así estamos caminando de la mano. Aprendiendo de ella y ella de nosotros. La maternidad me encanta, estoy totalmente enamorada de ella. Y sí que es verdad que hasta que no eres padre/madre no sabes todo lo que puedes llegar a sentir. Increíble. 


Así que creo que he tenido una buena razón para ausentarme tanto tiempo, pero espero poder escribir más, porque me gusta, me sienta bien y no quiero dejar de hacerlo. Que ahora soy madre pero también sigo siendo yo.

jueves, 21 de enero de 2021

Reflexiones

 

Después de 3 años vuelvo por aquí, y espero que no sea solo hoy sino con más frecuencia, pero ahora lo necesito. Necesito pasarme por aquí para desahogarme.


Desde la llegada del Covid al mundo parece que nada sale bien. Ni superamos el virus, ni conseguimos frenarlo. La gente sigue contagiándose, siguen pasándolo mal, les siguen quedando secuelas y lo peor de todo es que la gente sigue muriendo. Es una autentica pesadilla.

 

Hace dos semanas cayó una nevada monumental en España, afectando sobre todo a algunas comunidades autónomas en las que nos quedamos paralizados porque obviamente no estábamos preparados para esa cantidad de nieve, así que de nuevo sin colegios/guarderías, algunos teletrabajando y otros acudiendo al puesto de trabajo (jugándote el tipo) porque no se puede teletrabajar. A ver con quien dejas a los niños, a ver como te organizas… un lío todo…

 

Pero luego pasan cosas como las que pasaron ayer en Madrid, en la calle Toledo, donde se produjo una explosión de gas que ha dejado a varios fallecidos y otros tantos heridos. Uno de los fallecidos ha sido un hombre de 35 años padre de 4 hijos que era amigo de una amiga de una amiga mía. Nos lo dijo y vimos una foto de él con su familia. Una familia maravillosa y me puse a pensar.

 

No sabemos cuando será nuestro último día en este mundo, y yo prefiero que sea así, pero da miedo pensar que en cualquier momento se puede acabar todo. No sabemos que va a ser de nuestras vidas, ni cuando será el último beso que demos, ni el último buenos días, ni buenas noches… y esta mañana venía pensando en esa mujer que se ha quedado viuda tan joven con cuatro hijos a su cargo a los que ahora queda explicar que papá ya no está, que no le van a ver más. Ya no le van a poder decir lo mucho que le quieren, ni darle los buenos días, ni las buenas noches. Ya no les va a ver crecer, ni casarse, ni tener hijos… por lo menos desde este mundo.

 

Sé que cada segundo del día pasa algo malo y si lo pensáramos no viviríamos ni seríamos felices si tuviéramos la sombra de que todo va a acabar, pero me ha dejado algo tocada y es por eso que vuelvo aquí, donde hace mucho tiempo que no me paro porque el ritmo de la vida no lo permite y eso es lo que me ha hecho reflexionar.

 

No dejemos que por las prisas de vivir se nos escapen esos momentos que al final lo son todo. No dejemos de dar un beso al despedirnos porque llegamos tarde al trabajo. No dejemos de decirnos Te Quiero porque estamos muy cansados y nos vamos a la cama. No dejemos de abrazarnos porque luego llega una pandemia y nos prohíben que nos abracemos y que nos besemos con nuestros seres queridos. No dejemos que la vida se nos escape de las manos mientras planificamos la propia vida.

 

Disfrutemos cada segundo de todo lo bueno que tenemos y aprovechemos cada momento que tengamos porque no sabemos cuando se acabará y así cuando llegue el día de abandonar este mundo que lo hagamos con la tranquilidad de haber hecho felices a los nuestros y con la serenidad de que ellos saben que les queremos con todo nuestro corazón.

 

Descanse en paz, este padre de familia, y todo aquel que deja este mundo.