Pues sí, señoras y señores, para ser malo hay que ser listo. Me parece un requisito indispensable si quieres que tus planes malignos lleguen a buen puerto, sino lo más seguro es que te salga el tiro por la culata. ¿ Lo malo de todo esto ? que al ser tonto también creen que los que te rodean son tontos y eso es un error porque no todos somos iguales. ¿ Lo bueno ? que al ser tonto se le pilla enseguida en sus estratagemas malignas y puedes, si eres un poco espabilado, darle la vuelta a la situación y que sea él el que salga escaldado.
Me dan pena estas personas porque no suelen ser felices. No se alegran de que las cosas les vayan bien, ni siquiera a sus propios amigos, siempre quieren lo que no tienen y como lo tenga alguien cercano hará lo imposible para que ese alguien lo pierda. Son envidiosos y los peores consejeros del mundo. También son muy cobardes, porque no están acostumbrados a ir de cara y cuando alguien se les planta delante pidiendo explicaciones no saben hacer otra cosa que justificarse.
Pero también me dan pena las personas que no se dan cuenta de que tienen a una víbora en sus vidas. Que sigan confiando en ellos, les sigan abriendo su corazón... Pero eso no pasa siempre, gracias a Dios, porque puede llegar alguien un poco listo, que se de cuenta de las cosas con sólo ver un poco la situación e intenté abrir los ojos al resto aunque para esto siempre hace falta un poco de tiempo.
Ese tiempo es vital, es como jugar contrareloj. Y hay que andarse con pies de plomo para intentar no caerles mal a ese tipo de personas, no porque convenga ser sus amigos, sino porque como se les meta entre ceja y ceja te pueden intentar hundir. Pero sólo se queda en eso, en un intento porque no son listos, son tontos. Aunque hay muchos factores que influyen en esto, pero eso lo puedo tratar en otro post.
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