viernes, 2 de diciembre de 2011

El Miedo


Hay muchos tipos de miedos pero sólo hay una manera de acabar con ellos. Enfrentándolos. A pesar de que puede ser muy difícil hay que intentarlo porque cuando lo haces es una sensación tan liberadora que merece la pena. La verdadera lástima es que no todo el mundo puede hacerlo. Sólo los valientes que se atreven a guardar la cobardía bajo siete llaves son los únicos que al final o consiguen.

Cada uno de nosotros tiene un miedo específico que te domina y te paraliza. Miedo a la soledad, Miedo al rechazo, Miedo a enamorarte, Miedo a reconocer tus sentimientos, Miedo a que te hagan daño, Miedo a no ser correspondido, Miedo a perder lo que tienes, Miedo a no conseguir lo que quieres...

Detrás de cada miedo seguramente exista una historia que explique el porqué de ese miedo. Seguramente sea muy razonable, lo que no es tan lógico es dejar que esa circunstancia del pasado no te deje avanzar porque lo único que haces es anclarte en el pasado cuando lo que realmente importa es el AHORA.

Muchas veces para poder vencer el miedo necesitas la ayuda de alguien: novi@, amig@, familia... pero para pedir esa ayuda también hay que ser valiente, porque estás reconociendo en el momento de pedir ayuda que a lo mejor no eres todo lo fuerte que quisieras o que intentas aparentar ser. No es bueno construir una fortaleza y esconderte en ella porque así tienes el peligro de perderte todas las cosas maravillosas que pasan a tu alrededor y que no alcanzas a ver.

El miedo te impide ser feliz. La vida ya pone las cosas difíciles y complicadas como para añadir cosas nuevas y preocupaciones nuevas. Atrévete, sal ahí fuera y comete el miedo con patatas fritas.

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