Hoy es un día triste porque el pulpo Paul nos ha dejado. Estaba claro que al próximo mundial no iba a llegar porque la vida de los pulpos es muy efímera, pero aún así deja un vacío.
Recuerdo ver los partidos con una tensión acumulada, deseando que España marcara un gol para empezar a gritar, saltar y abrazar a todos los congregados en el bar, fueran amigos o desconocidos, que mas daba! Cada vez más nos veíamos como ganadores del mundial. Nosotros! España! Los españoles ganamos aquella copa. Pero como decía la tensión que sufría en los partidos era la misma que sentía cuando ponían al Paul entre dos urnas, cada una con una bandera, y se debatía entre una y otra. Cada vez que se ponía sobre la de España comenzaban los festejos, porque nadie dudaba en los poderes de videncia de nuestro querido Paul.
No creo que volvamos a tener un pulpo tan entrañable, tan querido y tan famoso y no por su sabor precisamente. Algo faltará en el corazón de los españoles el próximo mundial pero siempre nos quedará el buen fútbol y sobre todo el buen equipo que en estos momentos tenemos.
Viva España y viva el pulpo Paul!
No hay comentarios:
Publicar un comentario